Introducción al SEO: Cómo posicionarnos en Google pt. I
Internet forma parte de nuestras vidas. Nuestras acciones en la red varían desde la investigación y la colaboración online, hasta el ocio y el comercio electrónico. Gran parte de las tareas que realizamos son en la web. ¿Pero qué es la web?
Sir Tim Berners-Lee la concibió, basándose en el acceso a la información alojada en documentos que se conectan entre sí por hipervínculos.
La navegación se basa en acceder de una página a otra a través de esos enlaces. Al principio de los tiempos (de internet), no podíamos acceder a cualquier web si no sabíamos la dirección o la forma de acceder a ellos a través de enlaces. Pero entonces, aparecieron los directorios; pero no todas las webs estaban listadas en ellos.
En 1990, el primer buscador de internet ‘Archie’ apareció. Archie rastreaba los documentos que encontraba en los FTP almacenando los títulos en la base de datos; para parearlos con las búsquedas que hacía el usuario. Más tarde, ya en la web propiamente, otros como Yahoo (1994), Lycos (1995) y Altavista (1995) le siguieron. Todos ellos se basaban en el mismo principio, seguir los hipervínculos de una página a otra almacenando las meta-etiquetas que los identificaban para mostrárselas a los usuarios cuando realizaban sus consultas.
Google, nació en 1998 a manos de dos estudiantes de Doctorado de Ciencias de la Computación en la Universidad de Stanford. A día de hoy, acumula el 75,23% de las búsquedas de Internet. El motivo de su éxito se debe, sobre todo, a dos factores. En primer lugar, a que la empresa de Mountain View no solo rastreó la descripción o el título, sino también posteriormente el contenido de la página. En segundo lugar, a su algoritmo de ordenación. Larry Page, uno de los cofundadores, inventó la manera de ordenar los resultados, basándolo en el número de enlaces que apuntaban hacia dicha página. Este sistema, análogo a la lógica académica que de un artículo muy referenciado es mejor, se denominó PageRank. Y el buscador ha ido evolucionando a partir de entonces.
Y después de esta breve clase de historia contemporánea, vayamos a lo que nos interesa, ¿qué es eso del SEO?
¿QUÉ ES SEO?
Las siglas SEO refieren a Search Engine Optimization, en castellano traducido como Optimización en Motores de Búsqueda. Sin embargo, la forma más común para referirnos a este concepto es posicionamiento web en buscadores.
El posicionamiento web es la técnica o proceso para mejorar la visibilidad de una página en los motores de búsqueda de forma orgánica.
Es importante que nuestra página aparezca cuando el usuario vaya a encontrar la respuesta o solución a su consulta en nuestra web. En caso contrario, el beneficio y esfuerzo empleado en aparecer en las posiciones más altas habrá sido desperdiciado.
OBJETIVOS
El objetivo es posicionar nuestra web para búsquedas relevantes. Por ello, el primer paso consiste en elegir las consultas para las que proveemos contenidos y soluciones. En otras palabras, el primer paso es definir las palabras claves que son importantes para nuestra página.
En segundo lugar, en efecto, se aplican los conocimientos y técnicas que aprenderemos en el curso para situarnos en una posición privilegiada en los buscadores. Lógicamente, mejorar la visibilidad será uno de los principales objetivos.
Pero aparecer en lo más alto en buscadores tiene un por qué. El fin no es estar ahí, lo que realmente perseguimos es aumentar el número de visitas hacia nuestra página. Además, no cualquier tipo de visitas; sino aquellas que están buscando exactamente lo que podemos ofrecerle. En definitiva, incrementar el tráfico cualificado que llega de los buscadores a nuestra web.
Sea cual sea nuestro tipo de página, perseguiremos que el tráfico entrante sea convertido. Aunque esto es más propio de la usabilidad web, hay que tenerlo en cuenta a la hora de la selección de las palabras clave para las que nos posicionaremos, las páginas de entrada que elegiremos o la estructura de estas.
Debemos recordar que, a la hora de fijar los objetivos siempre es aconsejable emplear la técnica SMART; que nuestros objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, realistas y fijados en tiempo. Por ejemplo, un buen objetivo SEO podría ser el de aumentar el tráfico de los motores de búsqueda para las palabras “ropa técnica de montaña” en un 10% en un plazo de dos meses. No olvidemos que debemos medir y controlar nuestros progresos, así como compararlos con los de la competencia.
SEO VS. SEM
El SEM es lo que se denomina marketing en buscadores. De esta forma, debería entenderse como la técnica de marketing cuyo objetivo es la de mejorar la visibilidad de una web en los resultados del buscador. Al no incluir el término orgánico, nos referimos a cualquier forma que favorezca el posicionamiento en los primeros lugares; incluyendo el uso de los espacios destinados a publicidad. Aunque esta es la definición más exacta e incluye el SEO como una de sus herramientas, muchas veces se emplea SEM como sinónimo de los anuncios pagados en buscadores.
En esta imagen de una búsqueda Google, podemos observar cómo los resultados de pago (SEM) optan por los lugares más visibles. Como contrapartida, cada clic que se haga en ellos, debe ser pagado. Además, se cuestiona que la gente que clica en anuncios sea representativa o que lo haga por su verdadero interés en la página y, por tanto, su efectividad.
Una pregunta habitual es cual es mejor y cuál peor. Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Se suele simplificar diciendo que se emplean las técnicas SEM para resultados rápidos o durante un tiempo limitado; mientras que en los resultados orgánicos se persigue una eficiencia y durabilidad a largo plazo. Aunque lo cierto es que ambas técnicas se complementan, produciendo beneficios mutuos, y deben usarse conjuntamente para obtener los mejores resultados.
Todo lo que no te dijeron sobre SEO
Para terminar el post de hoy, os dejo algunos tópicos alrededor del mundo SEO. Aunque existen numerosas cuestiones que pueden ser incluidas bajo este título, veremos algunas de las de mayor relevancia a la hora de ejercer o contratar SEO.
El primer mito es garantizar la cualquier posición. No es posible garantizar ningún puesto. Desconfía de quien lo afirme. En primer lugar, se desconocen los algoritmos exactos que emplean los buscadores y muchos evolucionan incorporando nuevos parámetros. En segundo lugar, porque se está compitiendo por dichos puestos y eso significa que otros están empleando las mismas técnicas. En tercer lugar, porque el proceso de mejora lleva tiempo.
Hablando del tiempo también surgen mitos. Los efectos del SEO son a largo plazo. Aunque las mejorías se pueden aplicar hoy mismo, los resultados tardan en llegar. Tampoco se puede saber cuánto tarda exactamente, pero parece ser cuestión de meses. Si necesitas un posicionamiento rápido y asegurado, la única fórmula es el formato de pago (SEM). Además, el posicionamiento web requiere trabajo continuo y actualizado. Muchas tareas, muchas optimizaciones, se realizan en la página al principio; pero, muchas otras requieren no solo tiempo, sino trabajo constante. Especialmente importante es prestar atención a los cambios en los algoritmos que pueden producir cambios sustanciales en los resultados y adaptarse a ellos.
Y hasta aquí el post de hoy, si te ha gustado, no olvides seguirme en redes para no perderte el próximo, donde seguiremos con la introducción al SEO.
Si te interesa el tema del SEO y quieres aprender más sobre ello, puedes inscribirte en los cursos de IEBS School a través de este enlace.
